Tras 24 horas de silencio de radio el comandante de las Fuerzas Armadas bolivianas Williams Kaliman reapareció luego cuando la jefatura de la policía boliviana se declarara públicamente "desbordada" por 21 días de conflicto y prometió acciones conjuntas para detener los enfrentamientos. 

El pedido fue acompañado por la senadora Jeanine Áñez Chávez, quien quedó en directa línea sucesoria a la presidencia, tras la renuncia de Evo Morales y los demás funcionarios, tal como indica la ley de acefalía boliviana. Intentará este miércoles abrir la asamblea para llamar elecciones, pero no será fácil que consiga quórum. 

Antes, este lunes le pidió por video a las fuerzas armadas que salgan a las calles y Williams Kaliman, el mismo que ayer le pidió la renuncia a Evo Morales, anuncio en un breve comunicado de prensa que, dado que la policía se ha visto "rebasada", los militares "en cumplimento a la misión constitucional" iban a iniciar "operaciones conjuntas" con la policía para "evitar sangre y luto a la familia boliviana".

En este sentido, aclaró que lo harían con un uso "proporcional de la fuerza" y solo para controlar el vandalismo y los desmanes que azotaron a La Paz los últimos días. Y remarcó a la población que "nunca las Fuerzas Armadas abrirán fuego contra ella".

"Primero la patria, siempre la patria. ¡Viva Bolivia!", se despidió.

El comandante de las Fuerzas Armadas y ex comandante del Ejército boliviano se había mantenido en estricto silencio -y con los militares en los cuarteles- desde que le pidiera la renuncia a Morales, en medio de acusaciones de parte de la comunidad internacional que lo señalaban como autor de un golpe militar.

Rápidamente, el líder opositor Luis Fernando Camacho celebró en su cuenta de facebook la decisión de Kaliman y responsabilizó de los desmanes al MAS de Evo Morales.